HISTORIAS DE TODOS LOS DÍAS

ESTANI APOSTANDO A UN MUNDO MEJOR

La nota de hoy debía estar relacionada con la foto ganadora de la encuesta. Pero voy a postergar ese asunto para dar nacimiento a esta nueva sección: Historias de todos los días. En este caso para hablar del Estani Carnero, que realmente nos conmovió con su actitud generosa y desinteresada en el episodio que contaré a continuación.

Esta sección esta orientada a destacar comportamientos humanos de los miembros del plantel u otras personas relacionadas a ellos, comportamientos que en la cotidianeidad de su desenlace  nos hagan emocionar por su significado social. Nos referimos a un lado sensible de Si Son Rumores, a historias que nos alegran, emocionan y nos llenan de esperanza por que  permiten decir que esta institución contribuye a su manera para lograr un mundo mejor. Y eso fue lo que hizo Estani esta semana. Su historia me llenó de emoción y me motivo a dedicarle este espacio.

Era un viernes a las 9 de la noche cuando varios de los integrantes del plantel se juntaron a entrenar en el fútbol 5 “Marangoni”. Estanislao casualmente encontró una alianza en la cancha, un anillo de compromiso extraviado. Cuando termina el partido lo muestra a sus amigos, quienes le dicen que alguien había estado buscando esa joya pero ya se había ido. Como cualquier ser humano con un poco de corazón debería hacerlo, Estani le dejó ese anillo al empleado de Marangoni para que lo devuelva. Este hecho es admirable en cualquier persona, pero no debe sorprendernos. Si bien hay gente que no lo devolvería, todavía podemos tener la esperanza de que mucha gente lo haría. Por lo tanto, lo sorprendente de esta historia no fue la devolución del anillo.

Al día siguiente Estani recibe un llamado de un tal Gastón. Era Gastón el hombre que había perdido la alianza, pero que al irla a buscar a Marangoni unas horas más tarde la había recuperado. Al recuperarla, sabiendo el valor monetario de su objeto perdido y quizás algo desesperanzado en cuanto a la solidaridad de la gente, Gastón se halló muy sorprendido y alegre, y pidió al empleado teléfono y nombre de la persona que lo devolvió.

Fue así como se comunicó con Estani, y le agradeció incontables veces por su gesto. Estani, contento de sentir la gratitud de ese hombre casado, le decía que lo hizo de corazón como lo hubiera hecho cualquiera de los otros que estaban jugando con él.

Hasta aquí el episodio transcurre al curso normal (o al menos no tan anormal) de las circunstancias. Encontramos gestos admirables pero no sorprendentes: un partícipe con el gesto de devolver, el otro con el gesto de agradecer y demostrando su conformidad, que es bien recibida por quien devolvió (a todo el mundo le gusta que le agradezcan). Es decir que hasta aquí el hecho solo ameritaba decir un “que bueno lo que hiciste Estani, te felicito” y no una nota destacando su comportamiento en el blog.

Fue sólo unos segundos después en la misma conversación cuando Estani se ganó estas palabras y mis lágrimas de emoción en el teclado. En ese momento, Gastón seguía agradeciéndole a Estani y quería mostrarle su gratitud entregándole un chivito para comer en familia (al parecer el tal Gastón trabaja en el campo), por lo que le pidió su dirección. Estani se negaba a dársela, decía que no era necesario. Gastón fue más que insistente. Entonces Estani, para frenar su insistencia y demostrarle que lo que el había hecho era un simple acto de generosidad, le dijo a quién recientemente había formado una familia: “No es necesario que me des el chivito, te lo agradezco, A MI ME ALCANZA CON QUE LES ENSEÑES A HACER ESTAS COSAS A TUS HIJOS”.

Muy simple, con un faro de esperanza, Estani le mostraba a Gastón que lo que hizo no debería tener un mérito mayor a un "gracias", que no lo hizo por una recompenza sino para contagiar este tipo de comportamientos. A Estani le importó que Gastón sepa que en estos pequeños detalles está la verdadera grandeza, y que sus hijos deben crecer con esperanza en la gente, y formando parte de un mundo mejor. Supo canalizar sus buenas intenciones para motivar la vocación de un inexperto hombre de familia, para darle fuerzas a un hombre que - como están las cosas - debe tener miedo de exponer a sus criaturas a este planeta.

Contribuyendo con muy poquito al mundo, Estani nos demuestra que lo más valioso está en esos detalles cotidianos. Yo cuando me enteré de esto estaba muy emocionado y conmovido, sobre todo por la timidez y vergüenza de Estani cuando le dije que iba a publicar este hecho: Estani tenía miedo de ser humillado por la porción más indecente de la condena pública. La ignorancia e inmadurez de aquellos que podrían llegar a llamarlo “boludo” por su comportamiento, me motivó más a desarrollar esta nota exponiendo su heroico episodio.

Si nosotros estabamos emocionados imagínense Gastón. Quizás en este momento este pensando en carnear alguna vaca para Estani. Igualmente tengo entendido que lo del chivito sigue en pie. Yo propongo que, luego de esta nota, le compres unas milangas a la familia y te lo comas con los vagos…

Dejale acá abajo a Estani un comentario de agradecimiento por ser como es. Seguí así viejo, Si Son Rumores te banca a muerte y se basa en este ejemplo para llevar al mundo más “historias de todos los días”